YOUCAT: llamado a servir en Lourdes (2)
El origen del trabajo misionero cristiano puede situarse en la misión otorgada por Jesucristo a sus apóstoles después de su resurrección la cual se encuentra en el evangelio de Mateo: Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.
Para mí, esta no es mi primera misión, yo comencé mi vida misionera en mi país, Líbano, especialmente en parroquias ayudando a sacerdotes con varias tareas con jóvenes. Además, el año pasado estuve como voluntario en la comunidad de Taizé en Francia y después en Siria en campamentos para niños y jóvenes víctimas de la guerra.
Este año regresé a Francia pero en esta ocasión estuve en Lourdes con YOUCAT como misionero evangelizando sobre la buena nueva y la fe católica.
Junto a un grupo internacional, una nueva misión comienza y muchos desafíos nos esperan, sin embargo, siempre conscientes que Aquel que nos ha enviado nunca nos dejará solos.
Más de una vez experimentamos la fatiga y la decepción pero el Señor estuvo presente en cada momento para ayudarnos y fortalecernos.
Este año fue un poco diferente a los otros ya que nuestro trabajo se centró en el corazón de la misión de la Iglesia, La Evangelización.
Evangelizar en un lugar internacional como Lourdes es un poco difícil pero con la formación y ayuda de YOUCAT, que puso todo su material al servicio de esta misión, pudimos hacer frente a este desafío.
Nuestra misión consistía en trabajar con toda persona que encontráramos, especialmente jóvenes y familias. Hacíamos oración juntos, hablábamos con ellos, les escuchábamos y guiábamos hacia el camino de la fe que podía surgir de un simple encuentro.
Durante mi estadía en Lourdes, recibí mucho más de lo que dí ya que aprendí a escuchar y amar a cada persona que encontré y a conocer lo única e importante que es esa persona para Dios. El tiempo pasó muy rápido pero La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.
Anthony S. Farah
Líbano